La mayoría de los casos es complicada la prueba puesto que el acosador suele realizar su conducta sin dejar rastro, aparentando normalidad y sin poner nada por escrito.
Por consiguiente y según el escenario que tengamos, toda información será vital para valorar y asesorar que pasos deben seguirse para identificar la diferencia entre un conflicto interpersonal pasajero y localizado en un momento concreto (frecuente en las relaciones humanas) de un acoso psicológico o sexual.
Tendremos que examinar cada caso individualmente. Con ello podremos detectar entre denuncia real o denuncia inventada, o diferenciar entre lo que es acoso o una mala relación laboral.
No obstante, los medios de prueba que se podrían utilizar son los siguientes:
- Correos electrónicos que contengan amenazas, injurias o burlas, por ejemplo.
- Testigos que hayan presenciado la situación de acoso, compañeros de la víctima de acoso.
- Testimonio del acosado.
- Fotografías.
- Conversaciones de WhatsApp por ejemplo siempre que exista prueba pericial que acredite su veracidad para que puedan ser admitidas.
- Mensajes en redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram.
- Situaciones de baja de incapacidad temporal previas.
- Grabaciones de conversaciones entre acosador y acosado.
- Informe pericial médico o psicológico relativo al estado psicológico del trabajador acosado en los que se detallen las consecuencias del acoso: depresión, ansiedad y estrés, entre otros.
- Actas de la Inspección de trabajo.