Reducir la jornada laboral… ¿solución o problema?
El pasado 22 de septiembre el parlamento griego aprobó la nueva ley laboral que permite a las empresas imponer un sexto día laboral, y variar los horarios de los empleados para adaptarlos a las necesidades de producción.
El argumento del ministro de trabajo, Adonis Georgiadis es que esta ley flexibiliza el horario para reducir las horas extraordinarias no declaradas. Ahí lo dejamos…
En España, sin embargo, vamos por un camino completamente contrario. En los últimos días es muy probable que hayas oído hablar sobre la reducción de la jornada laboral que plantea, el que parece que va a ser, el nuevo gobierno de España, concretamente la líder del partido Sumar, Yolanda Díaz, lo que considera una de las piezas centrales de sus propuestas electorales ante la nueva legislatura de Pedro Sánchez.
La idea de tener más tiempo libre suena maravillosa, ¿verdad? Sin embargo, como expertos en derecho laboral, es fundamental analizar cómo esto podría afectar a las empresas en nuestro país.
La propuesta plantea reducir gradualmente la jornada laboral, desde las actuales 40 horas semanales hasta un máximo de 32 horas a la semana en el futuro, empezando ya en 2024 estableciendo el tope máximo en 37,5 horas semanales. Todo ello sin recortar los salarios de los trabajadores.
A primera vista, esto podría ser beneficioso para los empleados, pero conlleva UN MAYOR COSTE PARA LAS EMPRESAS por que se supone que el salario se mantendrá. Y ¿esto por que tiene que asumirlo las empresas?
La reducción de la jornada laboral afectará la productividad de las empresas si no se planifica cuidadosamente. En un mundo altamente competitivo, la eficiencia y la productividad son esenciales para la supervivencia de las empresas. Reducir las horas de trabajo sin una estrategia sólida podría llevar a una disminución en la producción, lo que, a su vez, podría afectar la economía del país.
Además, esta propuesta implica un aumento en los costos laborales para las empresas, ya que con ella no se busca que las empresas produzcan menos horas, sino que aquellas que no quedan cubiertas debido a la reducción, sean llevadas a cabo por nuevos trabajadores, con lo que conllevará a la contratación de más personal, y por ende, mas gasto en ese ámbito. Esto podría poner en peligro la sostenibilidad y la competitividad de las empresas españolas.
Y si hablamos de competitividad, no podemos olvidar la que se vive en los mercados internacionales. Si las empresas españolas trabajan menos horas en comparación con sus competidores extranjeros, podrían quedarse atrás en términos de productividad y capacidad de cumplir con los pedidos internacionales.
Además de la gestión de un mayor número de empleados lo que podría generar dificultades y a su vez podría llevar a problemas de coordinación y supervisión.
Ante todo ello, los lideres de la propuesta alegan que la actual tasa de productividad por hora trabajada está muy por debajo de la media de los otros países de la UE y que, en resumen, en España se trabaja muchas horas, pero sin ser del todo productivas.
Así pues, ven como solución, desde el punto de vista del trabajador, trabajar menos, pero de forma mas efectiva, y desde el punto de vista de las empresas, que sigan produciendo en la misma línea de horas, pero con mas trabajadores.
Entonces, ¿va a solucionar los problemas de productividad, o simplemente va a suponer un nuevo rompecabezas para las empresas?
En Bonastre – Carreras seguiremos estudiando la cuestión con el fin de seguir siendo de ayuda para todas nuestras empresas.
Siempre asesoramos con la toga puesta
Continuaremos siendo diferentes.